Jhon Alexander Giraldo fue asesinado de tres balazos.
En la mañana del 14 de mayo de 2025, Jhon Alexander Giraldo, un hombre de origen venezolano, fue asesinado en el sur de Bogotá con dos disparos en el pecho y uno en la cabeza. El ataque, ocurrido en la localidad de Ciudad Bolívar, se enmarca en una creciente ola de violencia asociada a disputas entre bandas de microtráfico. Giraldo, de 29 años, residía en el sector desde hacía varios meses y, según fuentes locales, habría estado vinculado a actividades ilícitas.
Autoridades
La Policía Metropolitana de Bogotá ha señalado que el microtráfico es una de las principales causas del aumento de homicidios en la ciudad. En 2024, Bogotá registró 1.204 homicidios, la cifra más alta en ocho años, con un incremento del 11% respecto al año anterior. De estos, 607 fueron casos de sicariato, lo que equivale a uno cada 14 horas, según denuncias del concejal Julián Espinosa.
Las localidades más afectadas por esta violencia son Ciudad Bolívar, Kennedy y Bosa, donde operan diversas organizaciones dedicadas al tráfico de estupefacientes. El general en retiro Eliecer Camacho, excomandante de la Policía de Bogotá, ha indicado que la disputa territorial entre estas bandas es un factor significativo en el aumento de homicidios.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades, como la captura de más de 2.400 personas en febrero de 2025 , la violencia persiste. El asesinato de Giraldo es un reflejo de la compleja situación que enfrenta Bogotá, donde la guerra entre microtraficantes continúa cobrando vidas y desafiando la seguridad ciudadana.
Durante los primeros dos meses de 2025, Colombia registró 1.990 homicidios, lo que representa una disminución del 3,1% en comparación con el mismo período de 2024, cuando se reportaron 2.053 casos. Esta reducción se atribuye a las políticas de seguridad implementadas por el Gobierno nacional.
Sin embargo, la violencia persiste en ciertas regiones. En Buenaventura, por ejemplo, se han registrado más de 50 homicidios en lo que va del año, evidenciando el recrudecimiento de la violencia tras el rompimiento de treguas entre bandas criminales.
En el Catatumbo, la situación es aún más crítica. Desde enero, los enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las FARC-EP han dejado al menos 103 muertos, además de miles de desplazados y confinados.
