Habitantes del barrio Blanco en la ciudad de Girardot, han denunciado en los últimos meses que delincuentes merodean el sector en horas de la madrugada para violentar la seguridad de los vehículos que se encuentran parqueados a las afueras de las viviendas y así hurtar los elementos de valor para venderlos en el mercado negro. Los elementos que son más atractivos para los ladrones son los computadores digitales, los faros, los espejos, o las partes mecánicas delanteras.
La denuncia
El pasado domingo en horas de la madrugada, en las cámaras de seguridad de la residencia de Jaramillo se refleja cómo dos sujetos de contextura delgada y altos se acercan a su automóvil y desactivan la alarma del automotor, luego proceden a forcejear la puerta del conductor e ingresan en cuestión de minutos dentro del vehículo. Al interior desconectan el computador y lo meten a una maleta que llevan consigo, también se van a la parte del capó, lo abren y extraen la batería y el deposito refrigerante.
Inseguridad
“Es la segunda vez que me pasa, dejo el carro afuera porque en la casa no tengo parqueadero y cuando me levanto me doy cuenta que me abrieron el carro. Puse la denuncia el año pasado por el último caso que me ocurrió y la Policía me dijo que iban a reforzar la vigilancia por el sector, pero volvió a pasar”, aseguró Jaramillo.
Mercado negro
Las autoridades se encuentran tras la búsqueda de los llamados ‘deshuesaderos’ de carros en el municipio, esto debido a que en barrios como el Blanco y la Magdalena han sido los puntos estratégicos de los delincuentes para robar las partes de los vehículos de mayor valor y ser comercializadas en el mercado negro a la mitad de su precio original. Sin embargo, los casos siguen aumentando y la comercialización de las partes se sigue evidenciando en el municipio.
La víctima
El hombre relató que en ciudades como Bogotá o Medellín se encuentran aún más partes a la mitad de precio, en donde los vendedores aseguran que son de segunda, pero que no son robadas. “Claramente son robadas, porque así de económicas no se pueden conseguir, entonces la gente las compra por ahorrarse unos pesos”, afirmó Jaramillo.
