La delincuencia en la ‘Ciudad de las Piscinas’ no da tregua, y cada vez son más las artimañas que utilizan los malhechores para ‘hacer de las suyas’. En esta ocasión, se vio afectado un almacén de calzado y ropa, por cuenta de una pareja que bajo un insólito modus operandi logró extraer algunos productos en su interior.
El robo
El hecho se presentó aproximadamente a las 11:45 a.m. del pasado 13 de noviembre, cuando una mujer se movilizaba por la zona comercial melgarense de la mano de dos niños pequeños y un hombre que al parecer sería sería pareja y cómplice. De acuerdo con los testimonios de comerciantes de la zona como Martha Hinestroza, estos sujetos ya habían sido vistos merodeando el sector minutos antes de cometer sus fechorías, pues al parecer estarían buscando un establecimiento comercial en el que pudieran extraer mercancía sin ser atrapados.
Niños utilizados
No obstante, la indignación de los comerciantes es que esta pareja utilizaría a los niños como fachada para evitar ser vistos como sospechosos de los hurtos que cometen. En este caso, lo que parecía una familia normal, quedó registrada en cámaras de video en el momento en que con una bolsa de supermercado, la mujer entraba a un almacén de calzado y sin dudarlo sacaba un par de tenis y otros elementos. Mirando a todos lados, en cuestión de segundos, introdujo lo robado a la bolsa y salió del lugar como si nada hubiese ocurrido.
El modus operandi
«Ellos caminan y ven qué almacén está lleno para que los vendedores estén ocupados y no los noten. Rápido sacan las cosas y se van, los empleados ni siquiera los registran», explicó Martha. Al parecer, esta modalidad de hurto ya es bastante conocida en Melgar, un municipio con identidad turística y lleno de establecimientos comerciales que continúan a merced de los delincuentes.
El llamado
Lo que piden tanto en el gremio del comercio como la comunidad en general, es que las autoridades desarrollen más jornadas de patrullaje y dispongan de más personal en estas zonas concurridas. Sin embargo, entre comerciantes se pide que haya algún empleado o personal de vigilancia que pueda estar pendiente de los ‘manilargos’, pues esto en muchas oportunidades ocurre bajo el factor oportunidad por la distracción de los trabajadores.




