En el corazón de Chiquinquirá, una creciente ola de hurtos en los establecimientos comerciales tiene en alerta a los empresarios locales, quienes han manifestado su preocupación ante la aparente facilidad con la que los delincuentes operan en la zona. Mercedes Ramirez, propietaria de uno de los negocios afectados, relató su experiencia al denunciar que los ladrones utilizan mochilas de gran tamaño para ocultar los objetos robados, lo que les permite abandonar los locales sin ser descubiertos.
«Es frustrante ver cómo entran con total descaro, toman lo que quieren y se van sin que podamos hacer nada. Estas mochilas les permiten esconder fácilmente lo que sustraen», comentó Ramírez. La comerciante, visiblemente afectada, señaló que esta situación no solo pone en riesgo su negocio, sino también la estabilidad de la economía local, ya que cada robo representa una pérdida significativa que afecta directamente a los pequeños y medianos empresarios.
Ramírez aprovechó la ocasión para hacer un llamado enérgico a las autoridades competentes, exigiendo medidas concretas para reforzar la seguridad en el centro de la ciudad. Según la empresaria, la falta de presencia policial y la inexistencia de controles eficaces están siendo aprovechadas por los delincuentes, quienes ven en la zona un blanco fácil para sus actos delictivos.
Otros comerciantes de la zona también han alzado su voz ante la ola de inseguridad. Algunos han optado por invertir en sistemas de seguridad privados, como cámaras de vigilancia y alarmas, mientras que otros, por temor a los constantes robos, están considerando reducir sus horarios de atención o incluso cerrar sus negocios de forma definitiva.
«Estamos viviendo una situación crítica. Si esto continúa, muchos de nosotros no tendremos otra opción que cerrar nuestros locales. No podemos seguir trabajando en estas condiciones», expresó otro comerciante que prefirió no revelar su identidad por temor a represalias.
La comunidad en general también se ha visto afectada, ya que los robos no solo generan pérdidas económicas, sino que también siembran un ambiente de inseguridad que impacta a todos los habitantes de la zona. Los ciudadanos exigen una respuesta inmediata por parte de las autoridades municipales, quienes, hasta el momento, no han presentado un plan claro para abordar la problemática.
Por ahora, los comerciantes esperan que su llamado no pase desapercibido y que se implementen acciones efectivas que permitan restablecer la tranquilidad en el centro de Chiquinquirá, una zona que alguna vez fue sinónimo de comercio vibrante y seguro, pero que ahora enfrenta el reto de recuperar la confianza de sus habitantes y visitantes.
