Los hechos ocurrieron el pasado domingo 12 de agosto, alrededor de las 8 de la noche, cuando Tarquino se disponía a dirigirse a su vivienda luego de salir de trabajar, sin embargo, su trayecto fue interrumpido por un hombre que portaba un arma blanca y amenazó con robarlo si este no entregaba sus pertenencias personales, a lo que Andrés se vio obligado a entregar sus cosas y el presunto delincuente emprendió la huida hacia el barrio conocido como Pozo Azul.
Lo ocurrido
Semanas atrás, la comunidad habría reportado a diferentes sujetos que estarían amedrentándolos y amenazándolos con armas blancas a altas horas de la noche, pues estos aprovechan la soledad de la zona y la poca presencia policial para cometer sus actos criminales. Ante esto, Andrés fue una de las víctimas de asalto por parte de estos sujetos, luego de que uno de ellos, de contextura delgada, tez morena y cabello negro, hurtara su maleta en la cual llevaba documentos personales, dinero en efectivo, su teléfono celular y el uniforme correspondiente a la empresa para la cual trabaja.
La comunidad
Testigos aseguraron que el sujeto habría emprendido la huida hacia el barrio Pozo Azul, pero desconocen la dirección que habría tomado metros más adelante. Ante esto, hicieron un llamado a las autoridades de control para que hicieran más presencia en el sector, pues es una vía que es muy concurrida por los girardoteños y turistas, en especial, aquellos que salen a entrenar a diferentes horas del día, por lo tanto, “es inconcebible que la policía no realice controles u operativos de requisa durante la semana, pues casi nunca se les ve por acá”, aseguró Carmen Prada, una de las residentes del sector.
Elementos hurtados
“En mi maleta traía aproximadamente 450 mil pesos que había retirado para pagar el arriendo de la casa donde vivo, también mi celular y mis documentos personales como cédula, el carnet de la empresa y la tarjeta débito donde recibo mi sueldo”, comentó Andrés. También, aseguró que prefirió dejarse asaltar por el presunto delincuente antes que poner en riesgo su propia vida, pues “a estas personas no les importa matarlo a uno por robarle el celular o el bolso, entonces uno prefiere entregar todo porque lo material se recupera, la vida de uno no”, finalizó el afectado.



