Lo que debía ser una jornada de alegría y encuentro familiar terminó empañada por el miedo. Ana Milena Barón Martínez, residente en una zona rural del sur del Cauca, no pudo celebrar su cumpleaños debido a la presencia de grupos armados ilegales en el sector, lo que generó temor entre los asistentes y obligó a suspender la celebración.
La reunión, programada con antelación y pensada como un espacio íntimo y tranquilo, tuvo que ser cancelada ante la tensión generada por la actividad de actores armados en las cercanías de la vereda. “No es la primera vez que algo así ocurre. Vivimos con la incertidumbre de no saber si será un día tranquilo o uno marcado por el miedo”, dijo un familiar cercano, quien pidió mantener su identidad en reserva.
La situación refleja la difícil realidad que viven muchas familias en zonas afectadas por el conflicto armado, donde ni siquiera un cumpleaños puede desarrollarse con normalidad. Aunque no se presentaron enfrentamientos directos ese día, el ambiente de inseguridad fue suficiente para disuadir a los invitados y frenar cualquier intento de celebración.
Organizaciones defensoras de derechos humanos han reiterado la necesidad de proteger la vida y la tranquilidad de las comunidades rurales, y han pedido mayor presencia institucional en estas zonas.
Mientras tanto, Ana Milena sigue esperando poder celebrar su vida sin temor, como cualquier ciudadana que anhela vivir en paz
