La historia de la familia Bibas, israelíes con raíces argentinas y peruanas, se ha convertido en un símbolo de la angustia y la incertidumbre que enfrentan los rehenes en poder de Hamás. Esta familia fue secuestrada el 7 de octubre de 2023, cuando el ataque de Hamás en el sur de Israel dejó cerca de 1.200 muertos y 251 personas capturadas, entre ellas Shiri Bibas, de 33 años, y sus hijos Ariel y Kfir.
Recientemente, como parte de las negociaciones entre Israel y Hamás, el grupo armado entregó tres cuerpos a la Cruz Roja, que se esperaba fueran los de la familia Bibas. Sin embargo, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron que el cuerpo de Shiri no pertenecía a ella ni a ningún otro rehén conocido, siendo este un cuerpo aún sin identificar. Además, las FDI acusaron a Hamás de asesinar brutalmente a los niños Ariel y Kfir mientras estaban en cautiverio, en noviembre de 2023.
La entrega errónea de este cuerpo pone en peligro la continuidad del frágil acuerdo de cese al fuego firmado el 19 de enero, el cual ha permitido que ambas partes mantengan una tregua a pesar de las tensiones y desconfianzas. Para la familia Bibas, la esperanza de un cierre y la paz que podría haber traído la identificación de los cuerpos de sus seres queridos se desvanece, mientras continúan las incógnitas y el dolor.



