La noche del pasado 3 de noviembre, una intensa tormenta azotó la región, dejando a su paso un rastro de daños significativos en numerosos negocios locales. Entre los más afectados se encuentra el reconocido negocio de Miguel Ángel Vanegas, quien ha dedicado años a la administración de una panadería acreditada que ahora enfrenta serios daños estructurales, además de la pérdida de una gran parte de sus productos.
El incidente en la panadería de Vanegas no fue aislado, ya que el violento temporal provocó estragos en toda la zona, afectando tanto a establecimientos comerciales como a pequeñas tiendas. Según los testimonios de propietarios y trabajadores, las ráfagas de viento y la intensidad de las lluvias no dieron tregua, generando destrozos en techos, ventanas, y estructuras frágiles que fueron incapaces de soportar el embate del clima. Miguel Ángel, visiblemente consternado, manifestó su tristeza al ver el esfuerzo de años de trabajo afectado en cuestión de minutos.
“Es devastador, no solo para mí sino para muchos otros que han visto cómo la tormenta destruyó una parte de su sustento. Ahora enfrentamos un gran desafío para volver a ponernos de pie”, declaró Vanegas.
Este fenómeno climático ha impulsado a las autoridades locales a evaluar la situación y coordinar esfuerzos para brindar apoyo a los comerciantes afectados. Además, los servicios de emergencia han iniciado una serie de inspecciones para cuantificar el impacto y determinar posibles ayudas para los negocios que resultaron afectados. Se espera que, en los próximos días, se realicen gestiones para ofrecer algún tipo de asistencia a los damnificados, mientras los comerciantes se esfuerzan por recuperar sus establecimientos y continuar con su labor en medio de las adversidades.
