En 1859, Charles Darwin publicó “El origen de las especies”, donde planteó la teoría de la evolución por selección natural. Según esta, todas las especies de seres vivos, incluidos los humanos, comparten un ancestro común y han evolucionado a través de procesos naturales. Esta idea desafiaba tanto las creencias religiosas como las concepciones científicas del momento.
El hallazgo de Darwin revolucionó la biología y la antropología, y proporcionó una base científica para comprender la diversidad de la vida en la Tierra. Además, ha influido en campos como la genética, la medicina y la psicología evolutiva. A más de 150 años de su publicación, la teoría de la evolución sigue siendo una piedra angular del conocimiento biológico moderno.
