Hace muchos años un padre montó en cólera porque su amada hija se casó a escondidas.
El enfurecido progenitor salió a la Plazoleta y la puso en medio de dos paredes de su casa como castigo por su desobediencia. El hombre no quiso escuchar razones y optó por un castigo exagerado.
Desde entonces se ve una luz en la Plazoleta que deambula en ciertos momentos generando mucho temor entre los habitantes.
El castigo para muchos fue muy cruel y por ello esta pobre alma atormentada sigue en este lugar como queriendo llamar la atención para que entiendan las razones de su amor prohibido.
