Lo que parecía ser un recorrido cotidiano en motocicleta terminó convirtiéndose en una pesadilla. Lizeth Chantre Paniagua, una joven oriunda del municipio de Garzón, fue asesinada en Lago Agrio, una ciudad fronteriza ubicada en la provincia de Sucumbíos, Ecuador. Según versiones preliminares, Lizeth se movilizaba junto a dos amigas cuando fueron interceptadas por hombres armados que, sin mediar palabra, abrieron fuego contra ellas.
La joven fue alcanzada por las balas y murió en el lugar de los hechos, mientras que las otras mujeres que la acompañaban habrían resultado ilesas o con heridas menores, aunque ese dato aún está por confirmarse oficialmente.
Móviles del crimen
Los primeros reportes indican que los asesinos se movilizaban en una motocicleta, modalidad típica en ataques sicariales. Esta hipótesis cobra fuerza debido a la manera en que se ejecutó el atentado: seguimiento, interceptación y disparos certeros. Las autoridades ecuatorianas ya se encuentran adelantando labores de investigación, recolección de pruebas y revisión de cámaras de seguridad de la zona para esclarecer los móviles del crimen.
Hasta el momento no se ha determinado si Lizeth tenía amenazas o si el ataque iba dirigido específicamente contra ella o contra alguna de sus acompañantes. Lo cierto es que la violencia cruzó fronteras y apagó la vida de una joven huilense en tierra ajena.
¿Qué hacía en Ecuador
Lizeth Chantre Paniagua se encontraba en Ecuador desde hace algunos meses, donde habría viajado en busca de nuevas oportunidades laborales y personales. Su estadía en Lago Agrio era parte de un proyecto de vida que, lamentablemente, fue truncado por la violencia.
La noticia del asesinato de Lizeth ha generado conmoción entre los habitantes de Garzón, quienes conocían a la joven y hoy lamentan su trágica partida. Amigos, conocidos y familiares han comenzado a expresar sus mensajes de solidaridad en redes sociales, destacando su alegría, carisma y sueños truncados de manera violenta.
“Era una muchacha muy querida, amable y con muchas ganas de salir adelante. No podemos creer lo que pasó”, comentó una amiga cercana a la familia.
El llamado de sus allegados es claro: que este caso no quede impune, que no se pierda en la distancia ni en la burocracia internacional. Piden justicia, verdad y apoyo del Estado colombiano para que se haga seguimiento estricto a este homicidio.
Ante el hecho, se espera que el consulado colombiano en Ecuador, así como la Cancillería, brinden apoyo a la familia de Lizeth para el proceso de repatriación del cuerpo y acompañamiento legal. Aunque el caso se encuentra en manos de la justicia ecuatoriana, no se descarta la colaboración binacional para esclarecer el crimen.
Mientras tanto, el nombre de Lizeth Chantre Paniagua se suma a la dolorosa lista de víctimas de la violencia que golpea sin distinción, dejando familias rotas y comunidades en luto, quienes esperan que su cuerpo llegue pronto a su hogar natal, para darle cristiana sepultura.




