El nombre de Reyes Kuri vuelve a ocupar el centro del debate político en Cali, esta vez vinculado a denuncias que salpican a la administración del alcalde Alejandro Eder. Según versiones internas, funcionarios y contratistas habrían recibido presiones para apoyar la aspiración de Kuri al Senado por el Nuevo Liberalismo. Las advertencias serían claras: quien no respalde la campaña, estaría en riesgo de perder su cargo dentro del gobierno distrital.
Estas supuestas directrices habrían sido transmitidas en reuniones reservadas y mensajes privados, generando un clima de tensión en distintas dependencias municipales. La oposición advierte que, de comprobarse los hechos, se configuraría una grave infracción al régimen de participación política de los servidores públicos. La Procuraduría General ya ha reiterado que ningún mandatario puede utilizar su investidura para promover candidaturas o favorecer intereses electorales.
El alcalde Alejandro Eder, quien se ha presentado como un defensor de la transparencia y la ética pública, enfrenta ahora serias críticas por un presunto doble discurso. En los pasillos del CAM, algunos empleados manifiestan temor ante posibles represalias por no alinearse con la directriz política. El caso, de avanzar en los entes de control, podría convertirse en uno de los mayores escándalos administrativos.
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