La situación crítica de El Pato Balsillas

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En la carrera 5 con calle 4 del centro de San Vicente del Caguán

Juliette de Rivero, representante de la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia, instó al gobierno de Gustavo Petro a tomar medidas urgentes para proteger a los campesinos de la reserva de El Pato Balsillas, ubicada en San Vicente del Caguán, Caquetá. La comunidad enfrenta serias amenazas de disidencias de las antiguas FARC y otros grupos armados ilegales que operan en la zona.

“Llamamos la atención del gobierno por la situación de inseguridad que vive la población y el irrespeto de sus derechos por parte de diferentes grupos armados no estatales”, señaló Rivero. La situación en El Pato Balsillas se ha vuelto insostenible, lo que pone en riesgo la vida y la integridad de sus habitantes.

Entrega de tierras

Recientemente, el gobierno entregó 9.500 títulos de tierras a los campesinos de la reserva, como parte de la reforma agraria impulsada por la administración de Petro. Felipe Harman, director de la Agencia Nacional de Tierras (ANT), lideró esta entrega, que tiene como objetivo avanzar en el proceso de paz y desarrollo en el país. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, la violencia sigue afectando gravemente a la comunidad.

El legado del conflicto

El Pato Balsillas fue la segunda reserva campesina creada en Colombia, una figura clave en el ordenamiento territorial y la protección de tierras campesinas. A lo largo de los años, ha sido escenario de enfrentamientos armados, especialmente debido a la presencia de las antiguas FARC. En mayo de este año, la comunidad sufrió un atentado que dejó dos civiles heridos, lo que evidenció el recrudecimiento de la violencia en la región.


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