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Ambos fueron condenados a prisión perpetua por el homicidio de sus progenitores. La resolución del magistrado ahora brinda la posibilidad de que puedan elegir la libertad condicionada.
Lyle y Erik Menéndez, encarcelados por el homicidio de sus padres en 1989, obtuvieron un triunfo jurídico en Los Ángeles este martes (13.05.2025) cuando la corte de Estados Unidos rectificó los términos de su condena, lo que les brindó la oportunidad de solicitar libertad condicional. Los hermanos fueron sentenciados a perpetua reclusión por el parricidio que estremeció a Estados Unidos, sin derecho a la libertad condicional.
Sin embargo, después de un cambio legal que alcanzó su pico gracias al respaldo de la opinión pública, el juez Michael Jesic modificó esta condena a una de 50 años a perpetuidad este martes, lo que posibilitaría presentar una petición de libertad condicional ante una junta. En el emocionante juicio, los hermanos se trasladaron a la corte mediante una videoconferencia desde la cárcel de San Diego, donde se encuentran recluidos.
Cuidé tanto a mi madre como a mi padre. «No tengo justificaciones», expresó Lyle, de 57 años, según periodistas que estaban en el tribunal. «Tomo toda la obligación». Erik, de 54 años, afirmó también tener conciencia de sus actos. «Disparé a mis padres cinco veces, y me fui por más combustible. Le confié a las autoridades y a mi familia. «Lo siento profundamente», expresó según los periodistas.
Más adelante, diversos parientes de los Menéndez solicitaron a la corte su liberación, sosteniendo que los individuos en el sistema judicial actual no eran los mismos que lanzaron las armas contra José y Kitty Menéndez en su ostentosa mansión en Beverly Hills en 1989. «Consideramos que 35 años bastan», expresó Anamaria Baralt, la prima de los Menéndez. Baralt añadió: «Nuestra familia los ha perdonado de manera universal». «Ellos son dignos de una segunda chance».




