La Semana Santa en Popayán: un milagro económico que revive el comercio local

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La Semana Santa en Popayán no solo es una de las celebraciones religiosas más importantes del país, sino también un motor económico clave para la ciudad. Con la llegada de miles de turistas y fieles devotos, el comercio local experimenta un resurgimiento que impulsa a pequeños y medianos empresarios, artesanos y vendedores ambulantes a generar ingresos significativos durante esta época del año.

Desde el centro histórico hasta los rincones más concurridos de la ciudad, las calles se llenan de vida con puestos de venta que ofrecen desde postres y empanadas hasta artesanías y flores, muchos de ellos montados frente a casas, garajes o incluso pequeñas vitrinas al aire libre. Este fenómeno ha convertido a Popayán en un punto clave para los comerciantes locales que aprovechan la gran afluencia de visitantes durante la Semana Santa.

La oportunidad para los emprendedores locales

Fredy Camacho, un pequeño comerciante de la ciudad, es uno de los muchos que ha visto cómo sus ventas se disparan durante la Semana Santa. “Contentos, porque como hay bastante gente caminando por acá por el centro, uno aprovecha para ofrecer postres, empanadas, jugos, o lo que uno tiene en la tienda. Las ventas mejoran mucho en estos días, es un gran beneficio para nosotros”, asegura Camacho mientras coloca su vitrina improvisada en el andén.

Este tipo de escenas se repite por cada calle del centro de Popayán, donde se instalan comercios temporales aprovechando la multitud de turistas y residentes que participan en las procesiones y actividades religiosas. La ciudad se convierte así en un verdadero mercado ambulante donde se venden desde productos culinarios hasta artesanías elaboradas por las mismas personas que han vivido y crecido con las tradiciones locales.

La Iglesia como espacio de comercio comunitario

Otro ejemplo de esta revitalización económica durante la Semana Santa es el caso de la comunidad cristiana Palabra Viva, ubicada en pleno centro histórico de la ciudad. Este grupo religioso aprovecha las instalaciones de su iglesia para montar un mercado en el que se venden productos elaborados por los miembros de la comunidad. Bisutería, artesanías, postres, ropa, y productos de belleza son solo algunos de los artículos que se ofrecen a los turistas que visitan la ciudad durante los días santos.

“Aprovechamos la Semana Santa para comercializar productos que hemos elaborado durante meses, como bisutería, artesanías, prendas de vestir y comida. Es una excelente oportunidad para generar ingresos y, a la vez, compartir nuestras creaciones con quienes nos visitan”, explica Angélica Otálvaro, miembro de la comunidad Palabra Viva.

Comercio ambulante que dinamiza la economía

Pero no solo los comerciantes locales se benefician. Vendedores de otras partes del país también llegan a Popayán durante esta temporada, trayendo consigo productos que dinamizan aún más la economía de la ciudad. Carlos Andrés Pino, un comerciante del norte del Valle, llega junto a su esposa para vender frutas frescas como mango y sandía. «Nosotros compramos la fruta a los mayoristas locales y vendemos aquí en Popayán. No solo estamos haciendo nuestra parte para ganarnos la vida, sino que estamos activando la economía de la ciudad. Lo que pagamos por hospedaje, transporte y demás contribuye a que el flujo económico sea aún mayor», comenta Pino.

La calle del Artesano: epicentro de la cultura y el comercio

Uno de los puntos más visitados durante la Semana Santa es la calle del Artesano, ubicada frente a la Ermita, donde una gran cantidad de artesanos locales exhiben sus creaciones. Desde joyas hasta esculturas, pasando por ropa hecha a mano y productos de cuero, la calle del Artesano se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad. «Es uno de los lugares más visitados, donde el turismo y la cultura se entrelazan de manera perfecta, aportando un impulso a la economía local», señala José Martínez, uno de los artesanos que participa cada año en esta feria.

Un milagro económico que sigue creciendo

La Semana Santa en Popayán, más allá de su significado religioso, se ha convertido en una oportunidad económica para muchas familias que dependen del turismo y el comercio informal. Este «milagro económico» es un reflejo de la capacidad de los payaneses para adaptarse a las necesidades del momento, manteniendo viva la tradición mientras se benefician de la afluencia de visitantes.

Si usted aún no ha tenido la oportunidad de vivir esta experiencia, este fin de semana puede ser la ocasión perfecta para hacerlo. No solo podrá disfrutar de una de las celebraciones religiosas más impactantes de Colombia, sino que también podrá ser parte de este resurgir económico que llena de vida las calles de Popayán.

Así, la Semana Santa se ha consolidado como una temporada crucial para el desarrollo económico local, impulsando el comercio y ofreciendo nuevas oportunidades para los emprendedores, comerciantes y artistas de la Ciudad Blanca.


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