En el corazón del sur de Pasto, el barrio La Rosa se levanta con una petición que va más allá de las necesidades inmediatas: un clamor por educación, cultura y deporte que sirva de faro para sus nuevas generaciones. Las calles de este sector, llenas de historias y esfuerzo diario, esconden un potencial que sus propios habitantes se niegan a dejar marchitar.
Alicia Castro, reconocida por su incansable labor como líder comunal, se ha convertido en la voz de este llamado. Con una mirada que mezcla preocupación y esperanza, sostiene que en cada esquina hay jóvenes con talento esperando ser descubierto. “En La Rosa hay mucho por mostrar, mucho por aprender. Solo necesitamos que las autoridades y líderes se unan a este sueño y lo hagan posible”, afirma con determinación.
Propuesta
Su propuesta no es solo un deseo: es un plan que incluye la creación de escuelas de talento, espacios donde niños y adolescentes puedan desarrollar su creatividad artística, y escuelas deportivas, para sembrar disciplina, trabajo en equipo y hábitos de vida saludables.
La comunidad insiste en que invertir en la juventud no es un gasto, sino una siembra que dará frutos en seguridad, progreso y orgullo barrial. “Cada joven que encuentra un camino en el deporte, en el arte o en el estudio, es un joven que se aleja de los riesgos de la calle”, comenta Castro, mientras vecinos y padres asienten. El eco de esta solicitud recorre La Rosa como una brisa de esperanza. El mensaje es claro: el futuro no se improvisa, se construye. Ahora la mirada se posa sobre autoridades, gobernantes y líderes cívicos, para que este sueño de formación integral deje de ser un proyecto pendiente y se convierta en una realidad que marque generaciones.
