El presidente de Colombia, Gustavo Petro, comparó la negativa a aprobar la reforma laboral con «echar seguro a la puerta de una fábrica en llamas», en referencia a la crisis que, según él, enfrenta el empleo en el país.
Durante un acto público, el mandatario insistió en que la reforma es fundamental para garantizar mejores condiciones a los trabajadores y reducir la precarización laboral. Petro señaló que frenar los cambios propuestos significaría mantener un sistema que, a su juicio, perpetúa la inestabilidad y la desigualdad en el mercado laboral.
La iniciativa ha generado un intenso debate en el Congreso y entre diversos sectores económicos. Mientras el gobierno y sindicatos defienden la reforma como una herramienta para dignificar el trabajo, los gremios empresariales advierten sobre posibles efectos negativos en la generación de empleo.
El proyecto sigue en discusión y su futuro dependerá del consenso que puedan alcanzar los diferentes actores políticos y económicos en los próximos días.




