La política alemana se encuentra ante un panorama incierto tras la fractura del llamado cordón sanitario, una barrera que había mantenido separados a los partidos tradicionales de la extrema derecha. Esta ruptura ha generado un giro en la dinámica política del país, pues abre la puerta a posibles alianzas entre fuerzas políticas que antes eran irreconciliables.
El cordón sanitario, una estrategia no escrita que surgió en respuesta al ascenso de grupos como el partido Alternativa para Alemania (AfD), había sido un principio clave en la política alemana desde su creación. Los partidos establecidos, tanto a la izquierda como a la derecha, se habían comprometido a evitar cualquier tipo de cooperación con la extrema derecha debido a sus posturas radicales.
Sin embargo, recientes declaraciones de líderes políticos y negociaciones entre distintas formaciones indican que este pacto podría estar en peligro. La AfD ha ganado terreno en varias regiones, y algunos partidos tradicionales se encuentran ahora en una encrucijada: mantener el rechazo a la extrema derecha o reconsiderar sus alianzas para formar gobiernos más amplios.
Este cambio no solo afecta a la política interna de Alemania, sino que también tiene implicaciones para la estabilidad de la Unión Europea, que ha visto con preocupación el avance de partidos de extrema derecha en varios países miembros. A medida que el cordón sanitario se agrieta, el futuro político de Alemania se presenta más impredecible que nunca, lo que podría desencadenar nuevas tensiones dentro y fuera del país.




