
Imagen: Kobi Gideon/GPO/dpa/picture alliance
El ataque aéreo de Israel a Irán representa una nueva escalada de conflicto en Medio Oriente. Ahora, Alemania se halla ante un severo examen de su política exterior.
La política de Alemania en Medio Oriente ya es por sí misma un acto de equilibrio. Y ahora resulta aún más complicado. El ataque de Israel a objetivos en Irán podría impactar aún más en las íntimas relaciones entre Alemania e Israel.
Para Alemania, la seguridad de Israel representa una «razón de Estado», tal como lo manifestó inicialmente la excanciller Angela Merkel y posteriormente el ex líder del Gobierno, Olaf Scholz. Debido al homicidio de millones de judíos durante la época nazi, Alemania tiene un deber especial con la protección de Israel.
Para el Gobierno de Alemania, se vuelve cada vez más complicado defenderse frente a las intensas acciones de Israel en Gaza, en respuesta al ataque de Hamás. Friedrich Merz, el canciller en funciones, declaró hace unos días: «Sinceramente, ya no comprendo el propósito de las acciones del Ejército de Israel en la Franja de Gaza». Este perjuicio a los ciudadanos ya no puede ser excusado como una batalla contra el terrorismo de Hamás. No obstante, no se han producido efectos. Las entregas de armamento alemanas a Israel siguen en marcha.




