La crisis política en Brasil sumó un nuevo capítulo este sábado luego de que la Policía Federal arrestara al ex presidente Jair Bolsonaro en su residencia de Brasilia, dando cumplimiento a una orden de prisión preventiva emitida por la Corte Suprema.
Bolsonaro, quien se encontraba bajo arresto domiciliario desde agosto, había sido condenado a 27 años y tres meses de cárcel por su participación en el intento de golpe de Estado tras las elecciones de 2022. Según la Corte, la detención inmediata es necesaria para “garantizar el orden público” y asegurar el cumplimiento de la condena.
La decisión se tomó tras una evaluación de los magistrados, quienes señalaron que existía riesgo de obstrucción a la justicia y de movilización de grupos radicales en apoyo al exmandatario. La medida fue ejecutada sin incidentes, aunque el clima político en Brasil sigue tenso.
Bolsonaro, quien ha mantenido su inocencia, enfrenta uno de los momentos más críticos de su carrera política, mientras el país observa con atención las repercusiones de un caso que ha marcado un antes y un después en la historia reciente de la nación.




