En medio del conflicto que devasta Gaza, la palabra se ha transformado en un acto de resistencia. Poetas palestinos, tanto dentro del enclave como en el exilio, están utilizando la poesía como una herramienta para narrar el dolor, preservar la memoria y denunciar la tragedia que vive su pueblo. A través de versos cargados de esperanza y duelo, estos escritores buscan mantener viva la identidad cultural palestina frente a la destrucción y la censura, convirtiendo la literatura en un puente entre quienes resisten en el territorio y quienes claman justicia desde otros rincones del mundo.
Sus poemas circulan en redes sociales, recitales y publicaciones digitales, convirtiéndose en testimonios que trascienden las fronteras. Con cada palabra, los autores expresan el anhelo de libertad, la nostalgia del hogar perdido y la fe en un futuro de paz. La poesía, más que un refugio, se ha convertido en un grito colectivo que recuerda al mundo que, incluso en medio de la guerra, el arte sigue siendo una forma poderosa de resistencia y de reafirmación de la vida.
