Agosto 2024 – La Organización de las Naciones Unidas ha emitido una urgente llamada a la acción global tras el reciente colapso de gran parte de la Gran Barrera de Coral en Australia. El fenómeno, descrito como el más grave en décadas, ha devastado alrededor del 50% de esta icónica estructura marina, afectando gravemente a los ecosistemas y a las comunidades locales que dependen del turismo y la pesca.
El colapso ha sido atribuido a un aumento sin precedentes en la temperatura del océano, impulsado por el cambio climático. La pérdida masiva de corales ha provocado un impacto devastador en la biodiversidad marina, con la muerte de numerosas especies de peces y organismos marinos que habitaban el arrecife.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, instó a los países a redoblar sus esfuerzos en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y a apoyar iniciativas de restauración de ecosistemas marinos. “Este evento subraya la urgencia de actuar frente al cambio climático. Debemos unirnos para proteger nuestros océanos y asegurar la supervivencia de la vida marina”, declaró Guterres.
Australia ha declarado un estado de emergencia ambiental y está coordinando esfuerzos con científicos y organizaciones internacionales para evaluar los daños y comenzar el proceso de recuperación. Los expertos han advertido que, sin una acción rápida y efectiva, el arrecife podría no recuperarse completamente.
La comunidad internacional ha respondido con un llamado a la colaboración para movilizar recursos y conocimientos técnicos que ayuden a mitigar el daño y restaurar la salud del ecosistema marino. Se están organizando conferencias y cumbres en las próximas semanas para discutir estrategias y compromisos globales en torno a la protección de los océanos y la lucha contra el cambio climático.




