La Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos anunció este 24 de junio el cierre de tres despachos regionales y el despido de 46 empleados. Las sedes en Antioquia, Chocó y Córdoba dejarán de operar, al igual que su presencia en Guaviare, Meta, Huila, Tolima y Caquetá. La ONU cierra oficinas en Colombia y despide a 46 empleados.
La medida responde a fuertes recortes financieros, especialmente por la decisión de Estados Unidos de reducir su apoyo económico a iniciativas humanitarias. Solo en 2024, EE. UU. representó más del 70 % de la financiación humanitaria para Colombia, con más de 330 millones de dólares enviados, la mayoría a través de USAID.
ONU: “No podremos acompañar como antes a los territorios”
El cierre deja sin acompañamiento directo a comunidades que han sufrido históricamente el abandono estatal y la violencia de actores armados ilegales. La ONU lamentó la imposibilidad de seguir cerca de defensores de derechos humanos, comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas.
Aunque la Oficina mantendrá su sede en Bogotá y cobertura en otras 13 regiones, la vigilancia en los territorios afectados se realizará de forma remota. “Iniciamos un proceso para hacer más eficiente nuestro mandato en Colombia”, expresó la entidad.
Organizaciones sociales expresaron preocupación. En varias de estas regiones, la presencia internacional ha servido como única garantía de derechos y protección.
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EE.UU. recorta fondos y ONU ajusta su operación en Colombia; La ONU cierra oficinas en Colombia y despide a 46 empleados
La reducción drástica de fondos proviene, en parte, de la cancelación de programas de USAID ordenada por el expresidente Donald Trump desde marzo. Esto afectó a cientos de misiones en todo el mundo, y especialmente a Colombia, uno de los países con mayor apoyo financiero desde Washington.

Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), más de 200 millones de personas en el mundo podrían perder asistencia si no se restablecen los fondos. En Colombia, las zonas más golpeadas coinciden con las regiones que perderán presencia directa de la ONU.
El mandato de la Oficina de Derechos Humanos en Colombia continúa vigente hasta 2032. Sin embargo, el recorte representa una alerta temprana sobre la fragilidad del respaldo internacional en tiempos de conflicto y crisis humanitaria.

