Lo que debía ser un hito en la transformación del centro de Cali hacia una movilidad más humana y segura, terminó generando controversia. Apenas un día después de la inauguración de la más reciente fase del proyecto ‘Centro: movilidad peatonal y accesible’, ya se evidencian usos indebidos del espacio público recién intervenido.
Este martes 15 de julio, en recorridos hechos por ciudadanos y medios de comunicación, se constató que varios vehículos estaban estacionando sobre el nuevo corredor peatonal ubicado en las carreras 4 y 5, alrededor de la emblemática Plaza de Cayzedo.
Lo más preocupante es que en algunos casos los conductores fueron guiados por personas con trapos rojos, quienes ofrecen parqueo informal a cambio de una “colaboración”, ocupando áreas diseñadas específicamente para el tránsito seguro de peatones.
La intervención urbana inaugurada el lunes incluyó ampliación de andenes, instalación de bolardos, nuevos pasos peatonales y reducción del límite de velocidad a 20 km/h, con el propósito de priorizar al peatón y mejorar la accesibilidad del centro histórico.
Sin embargo, el incumplimiento de estas disposiciones no se hizo esperar. En menos de 24 horas, la zona ya mostraba signos de desorden, falta de control y apropiación indebida del espacio por parte de algunos conductores y ciudadanos.
El hecho más crítico ocurrió cuando un vehículo particular chocó contra uno de los bolardos recién instalados. Aunque el accidente no dejó personas heridas, sí puso en evidencia la tensión entre la infraestructura renovada y el comportamiento vial tradicional.
El incidente fue registrado en video por transeúntes, quienes también denunciaron la ausencia de señalización clara en algunos tramos del nuevo corredor. “No hay letreros visibles que adviertan sobre la prohibición de parquear”, comentó un ciudadano.
Desde la Secretaría de Movilidad de Cali reconocieron los hechos e indicaron que ya se están evaluando medidas correctivas. “Estamos reforzando la señalización horizontal y vertical, y vamos a lanzar campañas educativas que expliquen los beneficios del rediseño”, señaló un vocero de la entidad.
Gustavo Orozco, secretario de Movilidad, hizo un llamado a la ciudadanía para apoyar la transformación del centro y respetar las normas. “Lo que buscamos es devolverle el centro a la gente, a quienes caminan. Pero para lograrlo, necesitamos también un cambio cultural en la manera como usamos el espacio público”, expresó.
El funcionario destacó que estas obras hacen parte de una estrategia más amplia que busca conectar el centro histórico con otros sectores, reducir la congestión vehicular y fortalecer la movilidad sostenible.
No obstante, la situación actual deja en evidencia un gran reto: la resistencia al cambio y la falta de apropiación ciudadana frente a nuevos modelos de convivencia urbana, donde el peatón debe ser el protagonista.
Varios líderes sociales han insistido en que estas transformaciones requieren un enfoque integral: no basta con construir infraestructura, también se necesita pedagogía, vigilancia efectiva y sanción al incumplimiento.
Organizaciones ciudadanas defensoras del espacio público pidieron intensificar los controles para evitar que el parqueo informal se consolide en zonas peatonales, como ha ocurrido en otros puntos de la ciudad donde se han hecho intervenciones similares.
Por ahora, las autoridades locales insisten en el mensaje de corresponsabilidad. “No se trata solo de una obra de cemento. Se trata de cambiar la forma en que vivimos y caminamos Cali”, concluyó el secretario Orozco.




