El japonés logró capturarlos con ayuda de las cámaras de detección de movimiento del museo y la NASA ha desvelado cuál es su origen.
Tras analizar las imágenes, el astrónomo interpretó que los rayos verdes procedían del satélite 2 de elevación de hielo, nubes y tierra de la NASA, llamado ICESat-2. Fujii compartió sus hallazgos en redes sociales y la NASA confirmó que estaba en lo cierto y que, efectivamente, se trataba del satélite mencionado.
«Para ver el láser, debe estar exactamente en el lugar correcto y debe tener las condiciones adecuadas», apuntó Tony Marino, científico de ICESat-2, en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA (Greenbelt, Maryland). «ICESat-2 parecía estar casi directamente encima de él, con el rayo golpeando las nubes bajas en ángulo», añadió.
We were waiting for it, that green light…#ICESat2 has been measuring Earth's height with lasers since 2018, but it took 4 years for the perfect conditions to align to actually capture its green laser beams on camera. pic.twitter.com/MUkYng9rIr
— NASA Ice (@NASA_ICE) April 14, 2023
Este instrumento espacial se lanzó en septiembre de 2018 con el objetivo de usar su luz para medir la altura del hielo, el agua y la superficie terrestre de la Tierra desde las alturas. Gracias a su tecnología, que dispara 10.000 veces por segundo, se puede calcular el tiempo que tardan los fotones individuales en rebotar en la superficie y regresar al satélite.
Difícil de detectar
La NASA ha llamado a la calma tras asegurar que esta luz láser no es perjudicial y, de hecho, es muy difícil detectarla. «Si alguien se parara directamente debajo del satélite y mirara hacia arriba, el láser tendría la fuerza del flash de una cámara a más de 100 yardas de distancia», indica Marino.




