Guzmán cuestionó la falta de participación de públicos y el bajo interés por asistir a conciertos locales.
La celebración del aniversario 475 de Ibagué encendió un debate sobre la falta de asistencia a los conciertos realizados en la ciudad. Aunque el evento reunió a miles de personas en el estadio Manuel Murillo Toro, varios expertos coincidieron en que el reto no está en los escenarios, sino en el público. Alba Lucía García, especialista en desarrollo regional, aseguró que el estadio, a pesar de ser un lugar emblemático, no cuenta con las condiciones necesarias para un espectáculo cultural de gran formato. “Le falta accesibilidad, buena acústica y comodidad para el público. Aunque puede servir como alternativa, no debería ser la principal sede de eventos musicales”, afirmó.
Por su parte, el gestor cultural Jason Guzmán señaló que Ibagué enfrenta un problema estructural de formación de públicos. “Los ibaguereños no tienen el hábito de consumir cultura. No hay una agenda estable que permita disfrutar de conciertos o festivales, y eso impide que los eventos se consoliden. Además, no se piensa en la experiencia del asistente ni en la sostenibilidad de los eventos”, puntualizó.
Desde la administración municipal, el secretario de Cultura, Mauricio Hernández Cala, defendió el uso del estadio para el concierto de aniversario, argumentando que la prioridad era brindar un escenario digno para más de 250 artistas locales y facilitar la asistencia masiva. “Por primera vez tuvimos un espectáculo de drones, sin incidentes de intolerancia o hurto, y con más de 6.000 asistentes. Fue un evento austero, pero con gran impacto”, destacó el funcionario.
Aun así, García consideró que la difusión fue insuficiente y la planeación corta. “El evento se anunció con pocos días de anticipación y muchos ciudadanos no se enteraron. Además, faltó información sobre rutas de transporte y zonas comerciales complementarias. Esos detalles también construyen experiencia cultural”, afirmó.
Los participantes coincidieron en que Ibagué necesita una agenda cultural permanente, articulada entre el sector público y privado, que promueva la participación ciudadana. “Si un turista llega hoy a la ciudad, no encuentra fácilmente información sobre eventos en vivo. Falta conexión entre identidad y arte”, expresó Guzmán.
Finalmente, Hernández insistió en que el verdadero desafío está en fortalecer la formación cultural. “Ibagué tiene más de 27 festivales, pero necesitamos que los ibaguereños participen más y valoren lo propio”, concluyó.

															


