Durante la noche del miércoles fue hallado en extrañas circunstancias el cadáver de un joven de 29 años, llamado Jorge Enrique Britto Segovia, quien estaba tirado en la vía que conecta a las poblaciones de Aguazul – Tauramena, exactamente en la vereda Las Atalayas, quien al parecer murió de varios disparos con arma de fuego. Las autoridades informaron que se trataría de un nuevo hecho sicarial en el departamento.
Hechos
Jorge Enrique Britto Segovia, fue visto por la mañana del miércoles en Aguazul, sin embargo pasaba desapercibido por ser foráneo, casi nadie sabe que actividades realizaba o como se ganaba su vida, esa noche al parecer vecinos de la vereda lo vieron manejando a una alta velocidad, hasta que varios sujetos lograron reducirlo y encañonarlo, quitándole su vida con 5 disparos con un arma de fuego.
Luego de escucharse las detonaciones varios vecinos salieron hasta el lugar de los hechos y verificar lo sucedido, encontraron un joven tirado en la carretera, aun tenía su casco de motorizado, lleno de sangre al parecer los disparos se lo propinaron sin pedirle que se lo levantara.
Motorizado
Jorge Enrique Britto Segovia, ese día vestía pantalón azul y franela negras, sus tenias de color gris, los vecinos reportaron a las autoridades, quienes llegaron rápidamente al lugar para realizar la inspección del cadáver junto al Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Seccional de Fiscalía, y trasladarlo hasta la sede de Medicina Legal en Yopal.
El cuerpo al parecer fue retirado por varios de sus familiares, quienes viajaron desde Arauca hasta Yopal, para luego llevárselo en un carro fúnebre hasta la capital fronteriza y darle una cristiana sepultura; las autoridades adelantan las investigaciones para dar con el paraderos de los asesinos.
Antecedentes
El occiso tenía anotaciones en el SPOA indiciado por abuso de confianza. Víctima por tortura y daño en bien Ajeno, delitos e investigaciones que se adelantaban en el departamento de Arauca. La víctima se desplazaba en una motocicleta Kawasaki KMX125 R de placa YPB77A, color verde, en la noche de su homicidio.
La sala de redacción logró conocer que Jorge Enrique Brito Segovia, dejó un niño huérfano, en una parte de su vida laboró en fincas, le gustaban las peleas de gallos, y hace alrededor de un año estaba enamorado de la señora Martha Reyes, una venezolana, originaria de Villa de Cura, estado Aragua.