El gremio de docentes y profesores de Yopal, se encuentran muy tristes y de luto, tras confirmarse el fallecimiento de la profesora Nidia del Carmen Casares, quien se encontraba quebrantada de salud desde hace varios días, su muerte deja un vacío en la institución educativa Lucila Piragauta, lugar donde se desempeñó durante varios años.
Homenaje
En las redes sociales del colegio escribieron con profunda tristeza despedimos a nuestra compañera y amiga Nidia del Carmen Casares, la comunidad Lucilista lamenta la pérdida de tan excelente ser humano, profesional, madre, hija y amiga; y elevamos nuestras plegarias al cielo para pedir por su eterno descanso.
La despedimos con poesía, género que tanto amaba «No pienses que me he ido; sí algún día visitas mi tumba no llores, solo imagina que estoy durmiendo; te visitaré con el alba, te abrazaré con el viento, te besaré con la lluvia y cantaré para ti en silencio; nunca pienses que me he ido, porque entonces si habré muerto».
Condolencias
Su amiga Alexa Cervera, dijo “despertamos con una noticia que nos conmueve, nos deja una gran tristeza, todas las personas que logramos conocerte y compartir contigo sabemos la perdida que tuvimos; fuiste una mujer guerrera fuerte y con una gran sonrisa que te caracterizaba, pero Dios necesitaba esa mímica allá en el cielo con el, te recordaremos siempre”.
La Secretaría de Educación Municipal lamentó el fallecimiento de nuestra coordinadora de la Institución Educativa Lucila Piragauta; queremos agradecerle a Dios por su vida y en nombre de toda la comunidad educativa, le hacemos un reconocimiento por sus enseñanzas, nobleza y gestión en pro de todos los niños, niñas y adolescentes. De igual forma enviamos un mensaje de condolencia a toda su familia para sobre llevar tan duro momento.
Amigas
Alix Maldonado Pérez, dijo “una gran mujer, excelente ser humano me fascina escuchar las reuniones de padres de familia, sus consejos todo lo hacía con autoridad basado en amor propio y más hacia sus alumnos padres de familia Dios le de mucha fortaleza a su hijito y su familia”.
Marisol Castillo suspiró “quedará guardado en el corazón de muchos jóvenes, la altivez, la elegancia, la alegría, el carisma y su frase más representativa, a mis muchachos, siempre haciendo valer a sus estudiantes con orgullo, con su complicidad para estar dispuesta a ayudarlos y escucharlos”.




