La monja que reza en silencio: apariciones en el convento de Santa Clara la Real

[responsivevoice_button voice="Spanish Latin American Male" buttontext="Escuchar Noticia"]
Compartir en

La Iglesia - Santa Clara la Real

Tunja, Boyacá. — En el corazón histórico de Tunja, dentro de los muros centenarios del convento de Santa Clara la Real, persiste un misterio que ha acompañado a generaciones de religiosas: la presencia de una hermana fallecida que, según los testimonios, aún recorre los pasillos y se arrodilla en los coros como si la muerte nunca hubiera interrumpido sus oraciones.

Testimonios dentro del claustro

Monjas de clausura, que rara vez hablan con el exterior, han compartido discretamente relatos sobre una figura femenina vestida con hábito antiguo que aparece en los corredores, inclinada en actitud de oración. En varias ocasiones, al acercarse para saludarla, descubren que la silueta desaparece sin dejar rastro.

Una de las hermanas aseguró que en más de una madrugada la ha visto sentada en los antiguos coros, murmurando rezos en latín que ya no se practican en la liturgia actual.

Fenómenos inexplicables

No solo las religiosas han sido testigos. Algunos visitantes que ingresan en horarios especiales al convento reportan cambios bruscos de temperatura, una sensación de frío intenso en pasajes cerrados, y, lo más inquietante, cánticos lejanos en capillas donde no hay nadie.

Los registros históricos indican que varias monjas de la orden fallecieron dentro del convento durante epidemias en los siglos XVII y XVIII, lo que alimenta la idea de que una de ellas jamás abandonó el lugar.

Entre la fe y lo sobrenatural

Mientras para los fieles estos sucesos son un signo de devoción eterna, para los investigadores de lo paranormal se trata de uno de los casos más enigmáticos de vida monástica en Colombia. El ambiente cargado de silencio, la arquitectura colonial y la fuerte tradición religiosa del claustro hacen que cada aparición adquiera un aire aún más solemne.

Un rezo que nunca termina

El convento de Santa Clara la Real, joya patrimonial de Boyacá, es hoy un espacio de recogimiento y fe. Sin embargo, las historias sobre la monja que reza en la penumbra recuerdan que, quizás, algunos votos de oración trascienden la frontera de la vida y la muerte.


Compartir en

Te Puede Interesar