La ‘momia extraterrestre’: resuelven el misterio del espécimen descubierto en el desierto de atacama

Los investigadores esperan que su nuevo estudio zanje el debate sobre el origen de Ata, un bebé momificado de forma natural descubierto en el desierto chileno.
La ‘momia extraterrestre’: resuelven el misterio del espécimen descubierto en el desierto de atacama
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Conocido en el mundo científico como ‘Ata’, de tan solo 15 centímetros, tiene una cabeza cónica y huesos inusualmente duros para su tamaño. Hay quienes creen que se trata de un alienígena.

Pero un nuevo estudio publicado en la revista Genome Research no solo refuta la teoría alienígena, sino que también revela una explicación científica para su apariencia aparentemente extraterrestre.

El debate comenzó en 2003, con el hallazgo de los restos de Ata momificados naturalmente cerca de una ciudad fantasma en el desierto de Atacama, Chile. Luego, el empresario español, Ramón Navia-Osorio, compró la momia y en 2012 le permitió al médico Steven Greer emplear rayos X y TAC para analizar su esqueleto.

Los resultados fueron sorprendentes, pues el esqueleto de Ata reveló que es tan largo como un feto humano. Además, se descubrió que los huesos de Ata eran tan maduros como los de un ser humano de seis años.

Por otro lado, el análisis genético que realizó el inmunólogo Garry Nolan en la Universidad de Stanford en Palo Alto, Calif, reveló que su material genético pertenecía a un ser humano, no a un extraterrestre. Pero no pudo dar razones científicas sobre como una persona tan pequeña podría mostrar un aspecto físico tan distintivo.

El secreto está en los genes

Según el estudio realizado por el experto en genética Atul Butte, de la Universidad de California, San Francisco, existen mutaciones en siete de los genes de Ata, todos vinculados al crecimiento humano. Por lo tanto, se cree que este conjunto de mutaciones provocó las diversas anomalías del esqueleto de Ata, incluido su rápido crecimiento óseo. Según él, lo más probable es que Ata sea un feto humano que nació muerto o falleció poco después de nacer.

Los pediatras que trabajan con trastornos genéticos óseos raros también creen que el debate pone de relieve cómo los arqueólogos y otros científicos pueden dejarse engañar por trastornos genéticos que provocan rasgos físicos inusuales que la prensa amarilla aprovecha sin ética profesional.

«Este estudio sirve como recordatorio de la naturaleza exótica de muchos trastornos genéticos», afirma Alkuraya, genetista en el Hospital Especializado y Centro de Investigación Rey Faisal en Riad, Arabia Saudí.

Hasta el momento, todavía resulta difícil para los científicos decidir qué defecto genético de Ata provocó sus síntomas. Eso se debe a que los científicos no tienen información sobre los parientes de Ata.


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