La microbiota vaginal y su rol clave en la fertilidad

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La microbiota vaginal y su rol clave en la fertilidad

La salud reproductiva femenina está influenciada por múltiples factores, y uno de los más determinantes —aunque poco visibilizado— es el estado de la microbiota vaginal. Este conjunto de microorganismos no solo protege de infecciones, sino que también impacta directamente en la capacidad de concebir.

Un ecosistema protector para la salud íntima

La microbiota vaginal está compuesta principalmente por bacterias del género Lactobacillus. Estas bacterias mantienen un pH vaginal ácido, que impide el crecimiento de agentes patógenos y crea un entorno ideal para el correcto funcionamiento del aparato reproductor.

Cuando este ecosistema está equilibrado, reduce la aparición de infecciones vaginales, mejora la calidad del moco cervical y favorece la movilidad y supervivencia de los espermatozoides. Todo ello contribuye a aumentar las probabilidades de lograr un embarazo de forma natural.

Desequilibrio microbiano y consecuencias en la fertilidad

Sin embargo, cuando la microbiota se altera —fenómeno conocido como disbiosis— pueden presentarse complicaciones que afectan la fertilidad. Las infecciones como la vaginosis bacteriana, por ejemplo, están asociadas a inflamación, abortos espontáneos tempranos, fallos en la implantación embrionaria y un mayor riesgo de enfermedad inflamatoria pélvica.

Este tipo de alteraciones también impactan negativamente en los tratamientos de fertilidad asistida, como la fecundación in vitro (FIV). Varios estudios han revelado que las mujeres con microbiotas dominadas por Lactobacillus tienen mayores tasas de éxito en este tipo de procedimientos.

Cuidar la microbiota para preservar la fertilidad

La buena noticia es que existen formas sencillas de preservar la salud de este ecosistema íntimo. Evitar duchas vaginales, usar ropa interior de algodón, mantener una alimentación balanceada con alimentos ricos en probióticos y consultar al ginecólogo ante cualquier síntoma inusual son prácticas fundamentales para mantener el equilibrio microbiano.

Algunos centros especializados en fertilidad incluso han empezado a incluir el análisis del microbioma vaginal como parte del estudio previo al inicio de tratamientos reproductivos, con el fin de aumentar sus tasas de éxito.

Conclusión: un factor esencial y muchas veces ignorado

En conclusión, la relación entre la microbiota vaginal y la fertilidad es estrecha y vital. Un ecosistema vaginal sano no solo protege de infecciones, sino que optimiza las condiciones para la concepción y el desarrollo embrionario temprano. Integrar esta perspectiva en la salud reproductiva puede marcar la diferencia en el camino hacia la maternidad.


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