La llegada de la medicina de precisión ha supuesto un cambio de paradigma en el abordaje terapéutico del cáncer, ya que permite tomar decisiones terapéuticas en función de las características genómicas y moleculares de los pacientes. En concreto, la incorporación de pruebas diagnósticas que ayuden a identificar nuevos biomarcadores, es uno de los pilares en los que se basan actualmente los comités multidisciplinares de tumores para determinar tratamientos con una mayor especificidad y, por tanto, una mayor eficacia y menor toxicidad comparados con los tratamientos convencionales.
“Disponer de pruebas diagnósticas nos permite determinar mejor la clasificación del cáncer de ovario. Asimismo, nos ofrece información sobre el pronóstico y el beneficio potencial que pueden obtener de las distintas estrategias terapéuticas disponibles”, explica la Dra. Pilar Barretina, oncóloga médica del Instituto Catalán de Oncología (ICO) Girona.




