Leidy Rodríguez fue atacada dentro de su vivienda durante un violento hecho nocturno.
Los habitantes del barrio Álamos aún intentan comprender la ferocidad del ataque que atravesó la tranquilidad de hace dos noches. Varias personas armadas ingresaron sin vacilación a la vivienda donde se encontraba Leidy Rodríguez y un acompañante, desatando una ráfaga de disparos que retumbó por toda la cuadra. La agresión, rápida y precisa, dejó a la comunidad paralizada y sumida en el miedo. Los primeros testigos salieron con cautela, encontrando un panorama devastador marcado por gritos, confusión y un olor a pólvora que impregnaba el ambiente.
Algunos vecinos intentaron auxiliar a las víctimas mientras otros llamaban desesperadamente a las autoridades. Las sirenas de los organismos de socorro no tardaron en inundar el sector, iluminando la escena con destellos azules y rojos mientras las víctimas eran trasladadas a un centro asistencial.
El fallecimiento de Leidy, confirmado minutos después de su llegada al hospital, desencadenó una serie de actos urgentes coordinados por las autoridades locales. El hombre que la acompañaba continúa bajo observación médica en condición delicada, convirtiéndose en pieza clave para esclarecer detalles del ataque.
Equipos especializados recolectaron casquillos, inspeccionaron el inmueble e iniciaron la revisión de cámaras de seguridad ubicadas en los alrededores estratégicos del barrio. Cada registro es analizado con rigurosidad para identificar la ruta de escape de los agresores y determinar si actuaron siguiendo un plan previamente estructurado. La Policía busca establecer vínculos entre el hecho y posibles retaliaciones asociadas a disputas internas en sectores vulnerables de la ciudad, aunque ninguna hipótesis ha sido confirmada.
Líderes comunitarios manifestaron preocupación por el incremento de hechos violentos recientes, pidiendo reforzar la presencia institucional. Familias cercanas a la víctima solicitaron respeto durante el proceso y exigieron que el caso no quede en la impunidad. Con la investigación avanzando, la comunidad permanece expectante y teme que episodios similares puedan repetirse si no se adoptan medidas eficaces.
Entretanto, el barrio intenta recuperar su calma habitual mientras las autoridades intensifican operativos y analizan información crucial para esclarecer completamente este crimen que estremeció a la comuna siete. Las familias del sector, aún impactadas por la violencia desatada, han organizado reuniones comunitarias para pedir mayor acompañamiento institucional y fortalecer la comunicación con entidades de seguridad.
