El Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez volvió a ratificarse como la vitrina más grande de la cultura afrocolombiana en el país.
Durante varios días, Cali se vistió de fiesta, música y color para recibir a miles de personas que llegaron desde diferentes rincones del territorio nacional y del exterior, con un solo propósito: vivir la esencia del Pacífico.
El Petronio no es solo un festival, es un punto de encuentro donde se abrazan las raíces, la tradición y la innovación. Este año, la energía se sintió en cada escenario, en cada palmera, en cada sonrisa de quienes participaron.
La música, la gastronomía y las expresiones artísticas fueron protagonistas de una celebración que dejó claro por qué este evento es considerado Patrimonio Cultural de la Nación.
Contagiar
Agrupaciones de distintos municipios del litoral se dieron cita para mostrar su talento y contagiar al público con ritmos que van desde el currulao hasta la marimba, pasando por arrullos y cantos ancestrales.
Los asistentes no solo disfrutaron de conciertos, también pudieron recorrer la feria de bebidas tradicionales, artesanías y moda, una pasarela improvisada de la identidad afro que conquistó a propios y visitantes.
Entre tanto talento, un nombre resonó con especial fuerza: Jhon Alex Del Castillo Cortés, director de la agrupación Patacoré.
Este joven intérprete se robó los aplausos del público y la admiración del jurado, al consagrarse como mejor intérprete de marimba tradicional en la competencia individual.
Destreza
El galardón no solo reconoce su destreza musical, sino también su dedicación en la preservación de uno de los instrumentos más representativos del Pacífico.
Con humildad y emoción, Jhon Alex agradeció a su agrupación, a su familia y a la tierra que lo vio crecer, recordando que la marimba es un símbolo de resistencia y esperanza para su pueblo.
El triunfo de Patacoré es una muestra del semillero de talento que sigue emergiendo desde las comunidades afrodescendientes.
Cada nota de marimba, cada golpe de tambor, se convirtió en un grito de orgullo que retumbó en los corazones de quienes asistieron.
El público, diverso y alegre, celebró no solo el talento de los ganadores, sino la oportunidad de conectarse con una cultura vibrante que cada año cobra más protagonismo en la escena nacional e internacional.
El Petronio Álvarez 2025 cerró con balance positivo y con la certeza de que seguirá siendo esa plataforma única donde la identidad se engrandece y la tradición se convierte en espectáculo.
Un evento donde el arte trasciende, la farándula se mezcla con la raíz cultural y la alegría se convierte en el mejor premio para todos.
