En medio de las sesiones extraordinarias del Cabildo Municipal de Ibagué, el concejal Arturo Castillo desató una nueva controversia al responder con vehemencia a la columna de opinión titulada “Los Tres Chiflados”, escrita por el barretista Nelson Hernández. En su escrito, Hernández cuestionó la gestión de Castillo y otros concejales, insinuando falta de seriedad en sus funciones. La respuesta del concejal no se hizo esperar y rápidamente encendió el debate político en la capital tolimense.
Durante su intervención en plenaria, Castillo lanzó una frase que rápidamente se viralizó en redes sociales: “Yo prefiero ser ‘chiflado’ que loco o loca”. La declaración, cargada de ironía, fue una respuesta directa a las críticas de Hernández y generó reacciones divididas entre los ibaguereños. Mientras algunos apoyaron su postura, otros consideraron que sus palabras restaron seriedad al debate político.
Castillo no se limitó a defenderse de las críticas, sino que también cuestionó la representación de un abogado vinculado al barretismo, insinuando posibles intereses políticos detrás de sus actuaciones. “Yo ahí quisiera saber si es la voz autorizada del partido conservador, del Directorio Departamental y Municipal, o si está hablando a nombre de su jefe político, el doctor Óscar Barreto Quiroga”, expresó el concejal, sugiriendo que el abogado podría estar actuando en nombre de figuras influyentes dentro del partido.
Además, Castillo denunció lo que consideró un trato “denigrante” hacia miembros de la Corporación, argumentando que este tipo de ataques no deberían permitirse en el seno de la colectividad. Para reforzar su crítica, utilizó una metáfora musical, haciendo alusión a la famosa canción de Maná, “La loca del Muelle de San Blas”: “Para terminar, hablamos de Los Tres Chiflados y yo hablo de la trágica y verdadera historia de Rebeca Méndez, la loca del Muelle de San Blas”, dijo, sugiriendo que algunos actores políticos se han “vuelto locos”.
El incidente ha generado todo tipo de reacciones, en su mayoría de burla, pues muchos ciudadanos consideran que el Concejo Municipal sigue siendo un espacio de “pan y circo”, en lugar de enfocarse en la aprobación de proyectos que beneficien a la ciudad. Mientras algunos aplauden la franqueza de Castillo, otros critican que este tipo de polémicas desvíen la atención de los problemas reales que enfrenta Ibagué.



