La reciente sanción de la Ley Ángel, por la que se endurecen drásticamente las penas por maltrato animal en Colombia, ha generado respuestas significativas en Pasto, donde organizaciones defensoras de animales y autoridades locales ya vienen trabajando para implementarla y adaptarla al contexto regional. Esta normativa aumenta las penas de prisión hasta 56 meses por causar la muerte de un animal con dolo, eleva las multas entre 15 y 60 salarios mínimos, y prohíbe la tenencia de animales por 5 a 7 años a quienes sean condenados .
Penas más severas y acción policial inmediata
La nueva ley impulsa medidas más efectivas: la Policía está facultada para ingresar a domicilios si se comprueba que un animal está en riesgo inminente. Además, se establece una Ruta Nacional de Atención al Maltrato Animal, que incluye protocolos de intervención, sanción y rehabilitación, tanto para animales como para maltratadores .
Impacto en organizaciones y refugios de Pasto
En Pasto, fundaciones como “Rescate Andino” y “Patas Solidarias” han comenzado a adaptar sus protocolos internos a los nuevos mecanismos legales. Reportaron un flujo creciente de casos donde, gracias a la Ley Ángel, la Policía puede actuar sin demora y los procesos judiciales avanzan con más firmeza. Asimismo, se han previsto campañas de sensibilización en colegios y espacios comunitarios para educar sobre tenencia responsable y maltrato.
Capacitación y justicia especializada
Uno de los pilares de la norma es la capacitación obligatoria: fiscales, jueces e inspectores de policía deben recibir formación en bienestar animal. En Pasto, se han iniciado seminarios con apoyo de la Gobernación de Nariño, enfocándose especialmente en evidencia forense veterinaria para fortalecer las pruebas en juicios
Repercusiones en cultura y conciencia ciudadana
La Ley Ángel ha influido también en la percepción ciudadana en Pasto. En redes sociales y medios locales ha aumentado la presión social contra el maltrato, lo que ha motivado intervenciones preventivas por parte de la Policía Ambiental. Se han generado debates comunitarios sobre la responsabilidad colectiva y el respeto a los seres sintientes.
Retos y pasos a seguir en Nariño
A pesar de los avances, quedan desafíos. Se requiere fortalecer la coordinación interinstitucional entre policía, fiscalía y gobiernos locales, así como asegurar recursos económicos para implementar la ruta de atención en zonas rurales. Además, activistas insisten en promover un cambio cultural duradero, complementado con campañas permanentes y apoyo a refugios.
La entrada en vigencia de la Ley Ángel representa un hito en la protección animal en Colombia, y en Pasto ya se vislumbran avances concretos. Organizaciones, autoridades y sociedad civil deben consolidar este impulso para que la ley contribuya realmente a reducir el maltrato y fortalecer los lazos de empatía con los animales.




