La Amazonía, conocida como el pulmón verde del mundo, atraviesa una grave crisis: según científicos citados por la BBC, la selva podría estar al borde de un punto de no retorno debido a la combinación de deforestación, minería, incendios y cambio climático.
Esta vasta región, que cubre más de 6,7 millones de km² y se extiende por ocho países sudamericanos, alberga miles de especies —más de 40.000 plantas, 427 mamíferos, 1.300 aves y 3.000 peces de agua dulce—, además de mantener el equilibrio climático a través de procesos hidrológicos complejos.
Principales amenazas
- Deforestación acelerada
- Aproximadamente el 20 % de la selva ya ha sido destruido o degradado por actividades humanas como tala, ganadería y minería.
- En 2022, se perdieron casi 20.000 km² de bosque según el Programa de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP).
- Sequías e incendios más frecuentes
- Las altas temperaturas y los largos periodos de sequía han vuelto la Amazonía más vulnerable al fuego.
- En septiembre de 2024, se registraron 41.463 focos de incendio, la cifra más alta para ese mes desde 2010.
- Ríos voladores interrumpidos
- La deforestación está rompiendo los llamados “ríos voladores” (corrientes de humedad que circulan por la atmósfera), lo que afecta el ciclo de las lluvias en toda la región amazónica y más allá.
- Sin suficiente vegetación que transpire agua, se reduce la humedad atmosférica y, por ende, la lluvia.
- Minería ilegal y crimen organizado
- La extracción ilegal de oro y minerales contamina los ríos con mercurio y genera conflictos con las comunidades locales
- Además, se han detectado reservas de petróleo bajo la selva, lo que abre la puerta a una posible explotación de combustibles fósiles.
¿Un punto de no retorno?
- Científicos advierten que la Amazonía podría cruzar un umbral crítico, pasando de selva tropical a un ecosistema tipo sabana si no se detienen estas amenazas.
- Correspondería a un escenario de colapso ecológico: más especies en riesgo de extinción, degradación irreversible del suelo y pérdida masiva de carbono.
- Actualmente, la Amazonía almacena más de 71.000 millones de toneladas métricas de carbono, lo que la convierte en uno de los sumideros más importantes del planeta.
Consecuencias globales
- El bosque amazónico actúa como un “aire acondicionado natural”: su cubierta vegetal y las nubes que genera reflejan la radiación solar y ayudan a enfriar la Tierra.
- Si la Amazonía colapsa, podría perderse una defensa clave contra el calentamiento global, acelerando la crisis climática.
- Además, el ciclo del agua se vería seriamente afectado, lo que podría generar menos lluvias no solo en Sudamérica sino en otras regiones dependientes de esos “ríos voladores”.
¿Qué se puede hacer?
- Urge acciones conjuntas y coordinadas entre los países amazónicos para frenar la deforestación, controlar la minería ilegal y fortalecer la conservación.
- Es clave apoyar mecanismos de restauración ecológica y promover modelos económicos sostenibles que no dependan de la destrucción del bosque.
- La ciencia, la sociedad civil, los pueblos indígenas y los gobiernos deben unirse para actuar antes de que sea demasiado tarde.
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