La JEP condena a un excomandante de las FARC por la masacre de Bojayá

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La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) condenó a un excomandante de las FARC, alias “El Cura”, por su responsabilidad en la masacre de Bojayá, ocurrida en mayo de 2002. La JEP determinó que el exguerrillero participó activamente en el ataque con cilindros bomba contra la población civil del municipio chocoano, un hecho que dejó más de 100 muertos y decenas de heridos, la mayoría de ellos mujeres, niños y ancianos. La condena implica una sanción en el marco del sistema de justicia transicional, que busca equilibrar el proceso de justicia con la reparación a las víctimas y la no repetición de los hechos violentos.

En su fallo, la JEP resaltó la gravedad del ataque, que fue llevado a cabo durante un enfrentamiento entre las FARC y las fuerzas armadas, y que terminó afectando a la población civil que se encontraba refugiada en una iglesia. Aunque «El Cura» había sido parte del proceso de paz con las FARC y se encontraba en un proceso de reincorporación, el tribunal determinó que su rol en la masacre fue decisivo, y que el ataque constituyó una violación a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario. La decisión se enmarca dentro de los esfuerzos de la JEP por esclarecer los crímenes cometidos durante el conflicto armado y garantizar la justicia para las víctimas.

La condena generó reacciones mixtas en la sociedad colombiana. Por un lado, las víctimas y sus familias celebraron el fallo como un paso hacia la justicia, luego de años de impunidad por el ataque que dejó cicatrices profundas en la comunidad de Bojayá. Por otro lado, sectores que se oponen al proceso de paz cuestionaron la aplicación de penas en el contexto de la justicia transicional, argumentando que estos crímenes merecen castigos más severos. No obstante, la JEP sigue avanzando en su labor de esclarecer los hechos ocurridos durante el conflicto armado y ofrecer una vía de reparación integral para las víctimas.


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