En las últimas horas, dos funcionarios de la ESE Municipal fueron víctimas de un violento atraco mientras realizaban su trabajo en la zona. Los delincuentes, armados con cuchillos, los intimidaron y los despojaron de sus pertenencias sin que ninguna autoridad interviniera.
Insostenible
La comunidad denuncia que la situación se ha vuelto insostenible, con una ola de robos que afecta tanto a transeúntes como a comercios locales. Los vecinos señalan que los delincuentes son bien conocidos en la zona, y varios de ellos estarían operando bajo las órdenes de un sujeto apodado “la Yegua”, quien, según informan, dirige a una banda que mantiene en zozobra al barrio. A pesar de que los criminales ya han sido identificados por la comunidad y las autoridades, no ha habido capturas ni medidas efectivas para frenar su accionar.
Abandono
La indignación crece día a día, pues los habitantes sienten que han sido abandonados tanto por las fuerzas de seguridad como por la administración municipal, encabezada por el alcalde Alexander Baquero. Una residente, que prefirió mantener el anonimato por temor a represalias, expresó el sentir general: “Nos va a tocar unirnos entre nosotros para defendernos. Aquí la justicia brilla por su ausencia y estamos cansados de esta situación”.
Este sentimiento de abandono ha hecho que los residentes consideren tomar la justicia en sus manos, organizando rondas comunitarias o mecanismos de autodefensa, ya que no ven otro recurso ante la inacción de las autoridades. La presencia policial en la zona es mínima y los patrullajes son escasos, lo que deja al barrio vulnerable a los ataques de los delincuentes.
Sin respuesta
La falta de respuesta por parte de la administración de Baquero ha exacerbado aún más el malestar. Los residentes se sienten ignorados, y aseguran que han presentado múltiples denuncias tanto a la Policía Metropolitana de Villavicencio como a la Alcaldía, sin recibir soluciones concretas. La comunidad se encuentra atrapada entre la delincuencia y la inoperancia del sistema de justicia.
El caso de La Nohora no es único en la capital del Meta, pero sí uno de los más críticos, pues evidencia el deterioro de la seguridad en barrios periféricos. Mientras tanto, la preocupación sigue en aumento, y los ciudadanos piden con urgencia que el alcalde Baquero y las autoridades tomen medidas contundentes para devolverles la tranquilidad a sus hogares.
