La falta de estrategias en materia de inseguridad en la ciudad es una realidad que afecta a sus habitantes, empresarios y turistas. A pesar de los esfuerzos de las autoridades, los robos, asaltos y otros delitos continúan en aumento, generando una sensación de vulnerabilidad constante.
Este problema no solo afecta la calidad de vida, sino que también impacta negativamente el desarrollo económico de la ciudad, alejando inversiones y turistas que en algún momento observaron en la capital llanera una oportunidad, pero ahora les resulta ser una amenaza para sus intereses económicos y emprendimientos.
Es necesario un enfoque integral que vaya más allá del aumento de la fuerza pública, las oportunidades de empleo, fortalecer la educación y fomentar la cultura ciudadana son pasos cruciales para restaurar la confianza en la ciudad, así como el fortalecimiento a la justicia, que parece ser un tema imposib




