Un salto que parecía imposible se convirtió en una hazaña histórica. Un deportista extremo francés logró sobrevolar el Mont Blanc, la montaña más alta de Europa Occidental, utilizando solo un paracaídas y una planeación milimétrica que desafió los límites de la gravedad y la resistencia humana.
El salto se realizó desde un helicóptero a más de 5.000 metros de altura, con temperaturas bajo cero y fuertes corrientes de aire. Durante varios minutos, el paracaidista planeó sobre los glaciares del macizo alpino, alcanzando velocidades superiores a los 200 kilómetros por hora antes de aterrizar con precisión en un valle cercano.
El protagonista de esta proeza, apasionado del vuelo libre desde su adolescencia, describió la experiencia como el momento más emocionante de su vida. “Desde niño soñé con tocar las nubes. Hoy puedo decir que nací en el cielo”, afirmó emocionado tras completar el salto.
El deportista dedicó la hazaña a todos aquellos que sueñan con conquistar la naturaleza sin dañarla, destacando que su proyecto busca promover la conciencia ambiental y el respeto por los ecosistemas de montaña.
Las imágenes del vuelo, captadas por drones y cámaras corporales, muestran un panorama espectacular del Mont Blanc, con sus cumbres nevadas y una vista aérea que ha dado la vuelta al mundo. El salto ha sido considerado por expertos como uno de los logros más impresionantes del paracaidismo moderno, una demostración de técnica, valentía y amor por el cielo.




