El 6 de octubre de 1974 marcó un hito en la historia de la ingeniería colombiana. Ese día, Bogotá fue testigo del traslado completo del edificio Cudecom, una estructura de ocho pisos y 4.800 toneladas, movida 29 metros sin ser demolida.
La operación se realizó para ampliar la avenida Caracas, una de las arterias más importantes de la capital. Lo que parecía imposible se convirtió en una proeza técnica que aún asombra a los expertos.
Una hazaña que hizo historia
Miles de personas se reunieron en la calle 19 con avenida Caracas para presenciar el evento. Durante diez horas, el edificio se desplazó lentamente sobre una plataforma móvil diseñada por ingenieros colombianos. La operación fue transmitida por televisión y rápidamente ganó reconocimiento internacional.
El Libro Guinness de los Récords certificó el logro, reconociendo al edificio Cudecom como la estructura más pesada jamás movida en el mundo. Este récord se mantuvo durante 30 años, hasta que fue superado en 2004 por una construcción en China.
Cómo movieron el edificio sin dañarlo
El éxito del traslado radicó en la precisión del diseño y la coordinación del equipo. Los ingenieros utilizaron una plataforma móvil de mil toneladas, equipada con rodillos de acero de cinco centímetros y siete gatos hidráulicos sincronizados.
Estos dispositivos permitieron que el edificio se desplazara centímetro a centímetro, manteniendo su estabilidad y evitando daños estructurales. Cada movimiento fue monitoreado con rigurosidad, garantizando que la estructura permaneciera intacta durante todo el proceso.
El legado del edificio Cudecom
El traslado del edificio Cudecom Bogotá no solo resolvió un problema urbano, sino que demostró el talento y la creatividad de la ingeniería nacional. Su éxito convirtió a Colombia en referencia mundial en obras de alta complejidad técnica.
Cincuenta años después, la historia del Cudecom sigue inspirando a ingenieros y ciudadanos. Es un recordatorio de que con planeación, innovación y trabajo en equipo, incluso los retos más imposibles pueden hacerse realidad.




