Este noviembre se conmemora el cuadragésimo aniversario de la devastadora erupción del volcán Nevado del Ruíz, que concluyó en la tragedia de Armero en 1985, cobrando la vida de miles de personas. En este marco, vuelve a la luz la estremecedora imagen de Omayra Sánchez, la niña de 13 años que quedó atrapada bajo los escombros durante tres días y se convirtió en símbolo del desastre.
La fotografía original, tomada por el reportero francés Frank Fournier, se divulgó a nivel internacional como testimonio del sufrimiento humano y la negligencia estatal que caracterizaron aquel momento histórico. »La Agonía de Omayra« fue galardonada con el Premio World Press Photo de 1986, por retratar con crudeza el impacto humano del desastre.
En la actual conmemoración, el Museo Memoria de Armero ha compartido una imagen inédita de la niña sonriendo, vestida con traje tradicional, y ubicada en un momento previo al desastre. Este hallazgo viene acompañado de un llamado a la reflexión sobre los avances en prevención de riesgos y la situación actual de los desastres naturales en Colombia.
La tragedia pongo en evidencia la vulnerabilidad de los asentamientos humanos frente a fenómenos naturales. Aunque han pasado cuatro décadas, los estudios recientes señalan que aún persiste el riesgo en zonas aledañas al volcán Nevado del Ruíz y que la memoria colectiva sigue demandando justicia y atención para las víctimas.
Este aniversario se convierte así en ocasión para no solo recordar el dolor, sino también para valorar los esfuerzos de resiliencia de las comunidades de Armero, fortalecer las políticas de gestión del riesgo y garantizar que hechos como estos no se repitan




