El barrio Ricaurte bulle de ruido y movimiento gracias a su actividad económica, que llena las calles de negocios, clientes, empresarios, coches, motos, autobuses y taxis, convirtiéndolo en una de las zonas más concurridas del sur de la ciudad.
Entre los innumerables establecimientos que se encuentran en este punto, están las panaderías, infaltables en cualquier municipio de Colombia. No hay ser vivo al que no le guste el pan, siendo un alimento que sirve de acompañamiento a cualquier comida, y que viene en diferentes presentaciones.
Aunque la panadería de Morata del Ricaurte tiene muchos clientes, grandes y pequeños, que sin falta acuden a ella todos los días, hay uno en particular que se ha ganado el cariño no sólo de los trabajadores del lugar, sino también de los habitantes de la zona.
Se trata de un caballo de color chocolate, que desde hace un tiempo comenzó a frecuentar el negocio, llamado por el olor a pan recién horneado. Este peludo amigo se ha convertido en una atracción para los lugareños, extendiendo su fama a otros sectores de Ibagué. «Ya empieza a ser famoso», dice un vecino de Ricaurte.
De dónde viene
El paradero del dueño y cómo se llama es un misterio. Aunque la gente en la calle se pregunta a quién pertenece el animal, todos responden lo mismo: no lo saben.
Lo cierto es que un día el caballo de chocolate apareció frente a la panadería, mostró su trompa llena de dientes y guiñó un ojo a los trabajadores, que no tuvieron más remedio que darle una barra de pan, incapaces de resistirse a la mirada inocente y a la risa contagiosa del animal.

A partir de ese momento, se convirtió en una rutina. Todos los días se acerca a la puerta, entra en la cabecera y espera a que alguien le pase el pan, ya sea del personal o de un cliente.
En cuanto llega, los ciudadanos curiosos le rodean y observan con ternura cómo devora la comida. Luego se da la vuelta y se va, a veces acompañado de otro caballo blanco.
¿Es el pan bueno para los caballos?
Aunque la historia es muy curiosa y ya forma parte del colectivo urbano, los portales veterinarios señalan que el pan NO es bueno para la salud de los caballos si se les da de comer con frecuencia.
«Los alimentos frescos que contienen levadura (como el pan, los pasteles o la bollería de varios tipos) pueden crear problemas al caballo. Si se le da al animal un trozo de pan de vez en cuando, no pasa nada, sin embargo, una gran cantidad de estos alimentos administrados durante un periodo de tiempo prolongado puede crear una hinchazón abdominal, con un grave riesgo de gases colónicos. Preste atención porque los cólicos son la principal causa de muerte en los caballos», asegura la web mascotadomestica.com.
La buena noticia es que el conocido chocolate sólo come un pequeño pan al día, y hay que darlo a conocer para que no le den demasiado.
Por ahora, este peludo sigue causando alegría en Ibagué y convirtiéndose en una famosa mascota. Díganos, ¿lo ha visto comer pan?





