El miércoles 11 de diciembre, la tarde y noche fueron marcadas por una tragedia en la vía nacional, en el sector de Zelandia, jurisdicción del municipio de Susa, donde un fatal accidente de tránsito cobró la vida de Edison Paiba Infante, un trabajador ladrillero de esta misma localidad. Según las versiones de testigos, Edison circulaba en su motocicleta cuando, debido a la falta de visibilidad y la ausencia de señalización adecuada en la vía, se estrelló contra un vehículo tipo turbo que se encontraba varado sobre la carretera.
El vehículo que había quedado inmovilizado sobre la vía, aparentemente no contaba con la señalización de piso correspondiente, lo que sumado a las malas condiciones de visibilidad, habría impedido a Edison detectar el peligro a tiempo. Este trágico accidente ocurrió en un sector de la carretera que, aunque es transitado, no tiene la seguridad vial necesaria para evitar tragedias como esta.
Edison Paiba Infante, quien era conocido y respetado en su comunidad por su arduo trabajo como ladrillero, dejó un vacío profundo entre quienes lo conocían. Su dedicación, su carácter amable y su entrega al trabajo lo hicieron una figura apreciada en el municipio de Susa, y su partida ha causado una gran conmoción en toda la población. La noticia de su fallecimiento ha dejado un sentimiento de dolor y tristeza, no solo entre su familia y amigos cercanos, sino también entre aquellos que compartieron con él en su vida diaria.
Uno de los aspectos más dolorosos de esta tragedia es la falta de atención inmediata. Según informes, el municipio de Susa no contaba con ambulancia disponible al momento del accidente. Debido a esto, se tuvo que solicitar el servicio de la ambulancia de Simijaca, que llegó al lugar con el personal médico para atender a Edison. Sin embargo, al arribar al sitio del accidente, ya se había confirmado que el motociclista no presentaba signos vitales.
Este accidente resalta la urgente necesidad de mejorar la seguridad en las vías nacionales y en los municipios rurales, donde la falta de recursos y la insuficiencia de servicios de emergencia pueden tener consecuencias fatales. Las autoridades locales continúan investigando las circunstancias exactas del hecho, pero lo que es claro es que, sin duda, se trató de una tragedia que podría haberse prevenido.
Este triste episodio también nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de respetar las normas de tránsito para evitar accidentes que cambien vidas en un instante. La historia de Edison Paiba Infante es, lamentablemente, un ejemplo de cómo un simple descuido puede tener consecuencias irreparables, y cómo la comunidad, ante la tragedia, puede encontrar consuelo y fortaleza en la unidad y el apoyo mutuo.
