El exfutbolista inglés Wayne Rooney, leyenda del Manchester United y de la selección de Inglaterra, sorprendió al revelar un testimonio personal sobre los momentos más difíciles de su vida. En una reciente entrevista, el ahora entrenador confesó que las adicciones y los excesos marcaron su carrera y que, de no haber contado con el apoyo de su esposa Coleen Rooney, probablemente no habría sobrevivido.
“Sin mi esposa estaría muerto”, aseguró Rooney al recordar los años en los que el alcohol y la presión de la fama lo llevaron a situaciones límite. El exdelantero reconoció que sus problemas personales llegaron a poner en riesgo su salud y su matrimonio, pero destacó que el acompañamiento incondicional de Coleen fue decisivo para superar esos episodios.
Rooney, máximo goleador histórico del Manchester United, explicó que abrirse públicamente sobre estas experiencias es también una forma de generar conciencia sobre los desafíos que enfrentan los futbolistas fuera del campo. “A veces la gente ve solo los goles y los títulos, pero no lo que ocurre detrás. Hablar de esto puede ayudar a otros”, señaló.
Hoy, con 39 años y dedicado a su carrera como entrenador, el exjugador afirma que está enfocado en mantener el equilibrio personal y familiar. Su historia refleja las luchas silenciosas que viven muchos deportistas de élite y el valor del apoyo cercano en los momentos más oscuros.




