La directora de la Unidad Especial de Servicios Públicos en Bogotá (Uaesp), Luz Amanda Camacho, defendió su gestión y explicó cuáles serían las razones para que en la ciudad existan más de 700 puntos críticos de arrojo clandestino de basureros y de escombros, en una entrevista con el diario Semana.
Se trata de una problemática que ella misma acepta que existe en la ciudad, pero aun así para Camacho de ninguna manera Bogotá es un basureros a cielo abierto, a pesar de que reconoce que hay muchos frentes en los que se debe trabajar conjuntamente entre el Distrito, los operadores y la comunidad.
Inicialmente, la directora de la Uaesp, indicó que el problema de los basureros viene desde tiempo atrás, incluso desde la administración del alcalde Gustavo Petro, hoy presidente de la República.
“En el pasado, Gustavo Petro tuvo una investigación por los residuos, una concesión en 2011 que fue suspendida y terminada por la Corte Constitucional. Era una prestación que si bien es cierto tenía un espíritu interesante, la ejecución fue pésima y lo que hizo fue generar un desorden en la ciudad acerca de la recolección, barrido y limpieza, que es una parte solamente de los residuos en Bogotá”, dijo la funcionaria.
La directora explicó que Bogotá tiene un sus registros al rededor de 178 organizaciones que puedan cargar a la tarifa, pero la superintendencia de Servicios Públicos tiene más de 360 prestadores, “no sabemos quién son los otros 200″, dijo.
“Cuando la gente dice que se subió mucho la tarifa y creen que es por recolección, barrido y limpieza, resulta que no es así, es buena parte por los otros prestadores que no tenemos identificados y que están cargando toneladas inexistentes al sistema. La superintendencia dice no tener dientes suficientes para poder revisar uno a uno y nosotros estamos pidiendo que nos delegue esa función en Bogotá”, agregó Camacho.
Adicionalmente, la directora de la Uaesp reseñó que en el 2018 inició otra concesión en Bogotá, la cual tiene otra variable adicional.
“Antes, si las personas hacían una obra en la casa, tenían el primer metro cúbico gratuito, de ahí en adelante cobraban lo que valiera la tonelada dentro del esquema financiero de la concesión, pero el exalcalde Peñalosa consideró que no era importante y lo sacó de la concesión, por lo que para prestar ese servicio tuvimos que hacer un contrato adicional con los operadores, en el que ellos pusieron las reglas de juego porque fue contrato de libre competencia”, precisó.
En ese sentido, para Camacho esta es la razón principal que ha llevado a que se incremente el arrojo de escombros y los basureros en Bogotá.
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