En ciudades como Shenzhen (China) se informa que los robots humanoides ya conviven con los habitantes, ayudando en tareas, exhibiciones, entretenimiento. Existe una creciente “fiebre” por alquilar robots humanoides para eventos, exposiciones o actuaciones en China. Esto no solo es un hecho tecnológico, sino cultural: los robots dejan de ser solo máquinas industriales y se convierten en parte de la exhibición pública, el espectáculo, la interacción social. Esta integración de robots al “escenario público” revela un cambio en la forma en que la cultura china entiende la tecnología — no solo como herramienta, sino como actor social, incluso figura de espectáculo. En Pekín se celebraron los primeros juegos mundiales de robots humanoides (los “Juegos Mundiales de Robots Humanoides”) en agosto 2025, con más de 500 robots de 16 países. También se registró que un robot humanoide chino, Tiangong Ultra, con estatura de ~1,80 m, corrió una media maratón urbana en Pekín. En el ámbito del fútbol, hubo un partido en China protagonizado por robots autónomos, sin intervención humana en el juego




