La Corte Suprema de Justicia sentenció a un periodista por fabricar noticias falsas

La Corte Suprema de Justicia sentenció a un periodista por fabricar noticias falsas, un fallo que resonó en el ámbito judicial y periodístico
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En un fallo que resonó en el ámbito judicial y periodístico, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia confirmó la condena contra el periodista Miller Orlando Rubio Orjuela. El reportero, a quien un juzgado de Bogotá sentenció a 50 meses de prisión, fue encontrado culpable del delito de concierto para delinquir. En efecto, la investigación demostró que Rubio Orjuela usó su profesión para ayudar a la organización criminal de Pedro Nel Rincón Castillo, alias ‘Pedro Orejas’, un narcotraficante conocido en el país por su poderío en el sector esmeraldero y sus nexos con el narcotráfico. El caso marca un precedente importante sobre los límites éticos y legales que la profesión debe respetar.

Una Estrategia Criminal Mediática

El periodista no solo se limitó a informar sobre el clan de ‘Pedro Orejas’. Al contrario, la Corte demostró que Rubio Orjuela fue más allá de su oficio y diseñó una estrategia de comunicación para su cliente. Esta maniobra incluyó la fabricación de noticias falsas, la invención de fuentes y la difusión de declaraciones fraudulentas en un noticiero de televisión. Con la presión de autoridades, el periodista buscaba favorecer los intereses de la organización criminal. En este sentido, la Sala de Casación Penal subrayó que la conducta del condenado desbordó “los límites de la protección constitucional de su oficio”, traicionando los principios de veracidad, objetividad e imparcialidad que definen el periodismo.

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El Siniestro ‘Pedro Orejas’

La Corte ordenó la extradición de Pedro Nel Rincón Castillo, ‘Pedro Orejas’, a los Estados Unidos, donde enfrentó cargos por narcotráfico. Se ha descubierto que este individuo no solo era un poderoso esmeraldero en Boyacá, sino que también tuvo nexos con el paramilitarismo y operó una red de tráfico de drogas. Su caso refleja la compleja relación entre las economías ilegales en Colombia. Aunque se le conoce principalmente por su poder en la industria esmeraldera, las autoridades han documentado una vasta red de propiedades y bienes, avaluados en más de un billón de pesos, que pasaron a ser administrados por la Sociedad de Activos Especiales (SAE).

La Prensa Libre y la Responsabilidad Social

La decisión judicial reconoce el valor de la libertad de prensa y expresión como pilares de la democracia. Sin embargo, también enfatiza que este derecho fundamental conlleva una ineludible «responsabilidad social». La Corte afirmó que un periodista no puede servir como propagandista de una organización criminal. Por lo tanto, el tribunal explicó que desvirtuar el oficio para ocultar o minimizar actividades delictivas con fines económicos o jurídicos no es admisible. De hecho, este caso ejemplifica cómo los grupos criminales en Colombia han buscado infiltrar y manipular los medios para su beneficio, intentando crear narrativas que los favorezcan y les otorguen una falsa legitimidad.

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Un Mensaje Claro de la Justicia

La confirmación de la condena envía un mensaje contundente sobre los riesgos de la corrupción periodística. Adicionalmente, la Corte ordenó la prisión domiciliaria para el periodista, lo cual significa que se activaron las órdenes de captura para ejecutar la sentencia. En definitiva, este fallo reafirma que el ejercicio de una profesión con tanta influencia en la opinión pública exige una estricta adhesión a la ética, la cual se debe preservar a toda costa, protegiendo así la integridad del periodismo y la confianza de los ciudadanos en la información que reciben.


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