En un fallo histórico, la Corte Constitucional de Colombia ha puesto fin al monopolio de la comercialización de aguardiente en el país, permitiendo que bebidas como el Aguardiente Antioqueño y el Aguardiente Amarillo lleguen a departamentos donde antes no podían ser comercializadas. Esta decisión abre nuevas oportunidades para los consumidores de regiones como Putumayo, Caquetá, Nariño y Valle del Cauca, entre otras.
La Fábrica de Licores y Alcoholes de Antioquia (FLA), reconocida por su producto Aguardiente Antioqueño, ha destacado que este fallo permitirá fortalecer su presencia en el mercado nacional, donde actualmente lidera con una participación del 56.4%. Además, se preparan para conquistar nuevos territorios como Boyacá, Cauca, Huila, y por supuesto, los departamentos recientemente liberados.
La medida, que termina con el modelo que limitaba la distribución del aguardiente a las fábricas departamentales, promete un cambio radical en la industria de licores del país. El Aguardiente Antioqueño, conocido por su sabor característico y su tradición centenaria, podrá ser adquirido por consumidores en zonas donde hasta ahora estaba restringido. Este avance permitirá que más colombianos disfruten de la calidad que ha consolidado a la FLA como líder en el sector.
Esteban Ramos Maya, gerente de la FLA, expresó: “Esta apertura es una gran oportunidad para continuar fortaleciendo la industria nacional y seguir apoyando proyectos en áreas clave como salud, educación, deporte y cultura. La FLA mantendrá su compromiso con la calidad y la innovación.”
Por otro lado, la Industria Licorera de Caldas celebró la decisión de la Corte, argumentando que el fin del monopolio representa el levantamiento de las fronteras impuestas por los gobernadores sobre la distribución de licores. Esta medida también beneficia a otras marcas, como el Aguardiente Amarillo de Manzanares, que hasta ahora había tenido restricciones similares.
La comercialización libre de aguardiente en nuevos mercados, como Putumayo, traerá no solo mayor acceso a productos de calidad, sino también la posibilidad de dinamizar la economía local. Al generar alianzas con distribuidores regionales, la FLA espera llegar a todos los rincones del país, llevando su emblemático aguardiente a más colombianos.
Esta histórica resolución de la Corte Constitucional marca el comienzo de una nueva era para la industria de licores en Colombia, con un mercado más abierto y competitivo, que beneficiará tanto a consumidores como a productores nacionales.
Aguardiente Amarillo de Manzanares
El Aguardiente Amarillo de Manzanares, un licor emblemático de Colombia, tiene su origen en 1885 cuando Don Camilo Jiménez, un campesino de Manzanares (Caldas), comenzó a venderlo de manera artesanal. Su receta, que combina caña gorobeta, anís y agua del Río Santo Domingo, le dio un sabor único. En 1905, la Industria Licorera de Caldas (ILC) compró la marca y ha mantenido su tradición desde entonces.
Recientemente, el Aguardiente Amarillo se vio envuelto en una disputa legal con otras licoreras, como la FLA, que fue obligada a retirar su versión del mercado por un fallo judicial.
Aguardiente Antioqueño
El Aguardiente Antioqueño es un licor seco producido por la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA), disponible en tres variantes: tapa azul, roja y verde. Con un aroma anisado y color transparente, se puede consumir solo o mezclado. Se destila a partir de melaza, mieles y azúcar de caña.
Este aguardiente es uno de los licores más conocidos de Colombia y tiene gran proyección internacional, siendo exportado a países como Canadá, España, Estados Unidos, México y el Reino Unido. Además de aguardiente, la FLA produce otros licores como ron, vodka, ginebra y cremas de café y menta, aunque su producto estrella sigue siendo el aguardiente. Actualmente, la FLA fabrica el aguardiente en Bolivia para optimizar costos. El Aguardiente Antioqueño es también un símbolo cultural de la región paisa y se disfruta en fiestas tradicionales de Antioquia y otras partes del país.
